La artritis en gatos es una inflamación de las articulaciones que puede ser crónica o aguda, generando dolor, hinchazón y rigidez. No debe ser confundida con la artrosis en gatos que es es una enfermedad degenerativa producida por el desgaste del cartílago.
Si crees que tu gato presenta signos de osteoartritis, vamos a ayudarte a saber cómo detectarla y cómo tratarla para acabar con el dolor articular de tu mascota.
Contenidos
¿Cuáles son las causas de la artritis en gatos?
Las causas de la artritis felina pueden ser infecciosas o no infecciosas. Aunque todas provocan dolores articulares, el tipo de artritis cambia, y por tanto el tratamiento.
Causas infecciosas
Las causas infecciosas de la artritis en gatos son las siguientes:
- Infecciones bacterianas: Las infecciones bacterianas, como las que se producen por heridas de mordisco o accidentes, pueden provocar artritis en gatos. Las bacterias pueden infectar el cartílago articular y provocar su inflamación y destrucción. En estos casos solemos hablar de artritis séptica.
- Enfermedades virales: Las enfermedades virales, como la leucosis felina (FeLV) o la inmunodeficiencia felina (FIV), también pueden causar artritis felina. Las infecciones virales pueden dañar el sistema inmunitario del gato, lo que puede facilitar la infección bacteriana y la inflamación de las articulaciones.
- Patógenos infecciosos bacterianos: Algunos patógenos infecciosos bacterianos, como la bacteria Borrelia burgdorferi, que causa la enfermedad de Lyme, también pueden causar artritis en gatos. Estos patógenos pueden infectar las articulaciones y provocar su inflamación y destrucción.
Causas no infecciosas
Los orígenes no infecciosos incluyen los siguientes:
- Artritis autoinmune o reumatoide: La artritis reumatoide (autoinmune) es una enfermedad en la que el sistema inmunitario del gato ataca por error sus propias articulaciones. Esto provoca inflamación y destrucción del cartílago articular.
- Enfermedades subyacentes: Algunas enfermedades subyacentes, como la artrosis o el sobrepeso, también pueden aumentar el riesgo de artritis en gatos. La artrosis es una enfermedad degenerativa que provoca el desgaste del cartílago articular. El sobrepeso ejerce una mayor presión sobre las articulaciones, lo que puede dañar el cartílago articular y aumentar el riesgo de artritis.
- Traumatismos contundentes: Los traumatismos contundentes, como caídas, aplastamientos o distensiones, también pueden causar artritis en gatos. Los traumatismos pueden dañar el cartílago articular y provocar su inflamación y destrucción.
Puede afectar a gatos de cualquier edad, pero tal y como señala la FDA (Food and Drug Administration), es más común en los gatos mayores. Sin embargo, algunos gatos jóvenes pueden desarrollar artritis por diferentes motivos como lesiones, infecciones enfermedades autoinmunes o malformaciones congénitas. Incluso siendo cachorros.
Diagnóstico: ¿Cómo se detecta la artritis en gatos?
Si tu gato tiene dificultad para moverse, saltar o levantarse, puede que sufra de artritis. Para saber si tu gato sufre esta enfermedad articualr, el veterinario debe examinarlo cuidadosamente. Estos son los pasos que seguirá para diagnosticar la enfermedad:
- Observará la marcha de tu gato para ver si cojea o se mueve con dificultad.
- Palpará las articulaciones de tu gato para detectar si están inflamadas, calientes o dolorosas.
- Realizará algunos test funcionales para evaluar el rango de movimiento y la flexibilidad de las articulaciones.
Además, el veterinario puede usar otros métodos diagnósticos para confirmar la artritis y descartar otras enfermedades articulares. Estos son algunos de los más comunes:
- Análisis de sangre: Con una muestra de sangre, el veterinario puede medir los niveles de células inflamatorias y otros indicadores de la salud de tu gato. Así podrá saber si hay una infección o una enfermedad autoinmune que cause la artritis. También podrá comprobar el funcionamiento de otros órganos, como el hígado o los riñones, que pueden verse afectados por la artritis o por el tratamiento.
- Método de imagen: Mediante una ecografía o una radiografía, el veterinario puede ver el interior de las articulaciones de tu gato y valorar el grado de daño que tienen. Podrá apreciar si hay desgaste del cartílago, erosión del hueso, quistes óseos o calcificaciones. También podrá descartar una artrosis, que es una enfermedad degenerativa que requiere un tratamiento diferente a la artritis.
- Punción articular: Dentro de las articulaciones hay un líquido llamado sinovial que lubrica y nutre el cartílago. El veterinario puede extraer una pequeña cantidad de este líquido con una aguja fina e introducirla en un tubo para analizarla en el laboratorio. Así podrá detectar si hay células inflamatorias, bacterias u otros microorganismos que causen el dolor.
- Artroscopia: Este es un método más avanzado y menos invasivo que consiste en hacer una pequeña incisión en la articulación e introducir un tubo con una cámara llamado artroscopio. El veterinario podrá ver la articulación por dentro en una pantalla y detectar cualquier anomalía o daño. También podrá tomar muestras de tejido o realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas si fuera necesario. Para realizar una artroscopia, el veterinario debe anestesiar al gato.
Artritis en gatos: tratamiento
Este mal puede tener diferentes causas, como la edad, la obesidad, las lesiones, las infecciones o las enfermedades autoinmunes. El tratamiento depende del tipo y la causa de la artritis, pero en general para combatir la causa y aliviar los síntomas, los veterinarios implementan medidas farmacológicas (medicamentos) y coadyuvantes:
Tratamiento farmacológico para la artritis en un gato
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) son el tratamiento estándar para la artritis en gatos. Los AINE ayudan a reducir el dolor y la inflamación, mejorando la movilidad del animal. Los AINE más comunes utilizados para la artritis en gatos son el meloxicam, el deracoxib y el firocoxib.
Los suplementos farmacológicos también pueden ser útiles para tratar este tipo de molestias. Los suplementos más comunes son la condroitina y la glucosamina, que ayudan a mantener la salud de las articulaciones.
Cirugía
La cirugía es una opción de tratamiento para la artritis felina, pero sólo se utiliza en casos muy graves. La cirugía puede utilizarse para reparar o reemplazar una articulación dañada.
La cirugía tiene sus riesgos y complicaciones, y requiere una anestesia general y un periodo de recuperación. Por eso, el veterinario solo la recomendará si es realmente necesaria y si el gato tiene un buen estado de salud general. La cirugía puede mejorar la calidad de vida del gato, pero no cura la artritis, por lo que el gato seguirá necesitando medicamentos y cuidados especiales.
Cambios de hábitos para aliviar el dolor:
Además del tratamiento médico, hay una serie de cambios en el manejo y la adaptación del hogar que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de tu gato con artritis.
- Añade camas blandas y confortables en lugares tranquilos y fácilmente accesibles. Las camas tipo «iglú» y las cajas de cartón pueden ser especialmente útiles para gatos mayores que buscan un lugar seguro y cálido para descansar.
- Coloca escalones para facilitar el acceso a lugares elevados. Esto ayudará a tu gato a evitar tener que subir escaleras, lo que puede ser doloroso para las articulaciones artríticas.
- Baja la altura de la bandeja de arena para gatos. Esto facilitará a tu gato el acceso a la bandeja y evitará que tenga que saltar.
- Utiliza arena de grano fino. Esto hará que la bandeja de arena sea más suave para las patas doloridas de tu gato.
- Asegúrate de que la comida y el agua están a nivel del suelo o en lugares fácilmente accesibles.
- Ofrece a tu gato una dieta equilibrada y saludable. Esto ayudará a mantener su peso ideal y a reducir la presión sobre las articulaciones artríticas.
- Ayuda a tu gato a acicalarse y a mantener la higiene de su cuerpo. Esto puede ser difícil para los gatos con artrosis, por lo que es importante ofrecer tu ayuda.
Signos comunes del dolor articular en gatos
Es importante que los dueños de gatos estén atentos a los signos de estos trastornos, como cojeras, dificultad para saltar o cambios en el comportamiento del felino. El cuidado articular del gato incluye una dieta equilibrada, la prevención del sobrepeso y el acceso a lugares enriquecedores para mantener su movilidad.
El bienestar articular de nuestros gatos es crucial para garantizarles una vida activa y saludable. Al mantenernos alerta a cualquier cambio en su movilidad y brindarles el cuidado adecuado, podremos ayudar a nuestros peludos compañeros a disfrutar de sus travesuras y acrobacias sin limitaciones.
El dolor articular en gatos es una condición común que puede afectar a cualquier gato, independientemente de su raza o edad. Algunos signos comunes de dolor articular en los gatos incluyen:
- Cojera o dificultad para caminar
- Rigidez o dificultad para levantarse después de estar acostado
- Resistencia para saltar o subir escaleras
- Reducción de la actividad física
- Movimientos más lentos o cautelosos
- Cambios en el apetito o en los hábitos de sueño
- Lamido excesivo de las articulaciones afectadas
- Agresión o irritabilidad cuando se manipulan las articulaciones
- Cambios en la postura o en la forma de caminar
- Reducción en la higiene personal (por ejemplo, no se lamen adecuadamente)
Es importante tener en cuenta que estos signos pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad del dolor articular en el gato. Si sospechas que tu gato está experimentando dolor articular, se recomienda que consultes a un veterinario para un diagnóstico adecuado y opciones de tratamiento.
¿La artritis en gatos se cura?
Si acudes al veterinario a tiempo para que tu gato reciba tratamiento lo antes posible, el pronóstico de una artritis en gatos suele ser favorable. Esto significa que tu gato podrá tener una mejor calidad de vida y evitar complicaciones más graves.
Sin embargo, debes saber que la artritis autoinmune no tiene cura, solo se puede controlar con medicamentos. Si tienes más dudas o hay algo que quieras comentar, déjame un comentario.
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